La música como herramienta educativa
El objetivo de estos conciertos didácticos es acercar la orquesta a los niños y adolescentes, despertar su curiosidad y apelar a su imaginación, empleando el arte – y en concreto la música - como herramienta educativa.
Para conquistar a los más pequeños, la OSIB ha preparado una función que pretende dar a conocer la música programática a través de la Sinfonía “Pastoral” de Beethoven. La música programática permite conectar con los jóvenes espectadores de una manera más natural y potencia su creatividad, ya que establece una relación entre la música y una historia o una imagen, por lo que facilita el seguimiento de la estructura musical. De esta forma, los niños descubrirán el valor de los diferentes elementos musicales, como la melodía o la armonía.
No se trata de un concierto al uso, sino que busca la implicación directa del auditorio. En la fase de preparación previa, los estudiantes han realizado diversas actividades relacionadas con la obra, como dibujos que reflejan las escenas evocadas, y que serán proyectadas durante la función. Además, durante la actuación, los alumnos cantarán con la orquesta los distintos temas de cada movimiento de la sinfonía, siendo por tanto una parte muy activa de la función. Con todo ello, aseguran desde la OSIB, “logramos consolidar los objetivos pedagógicos y establecer una relación de complicidad y proximidad entre el auditorio y la orquesta”.